domingo, 27 de octubre de 2019

NOCHE EN MARTE

Aquel sol, mi arrebatado astro, tan solo brilló entre las tarimas de mi conciencia. Su brillo llegaba débil, muerto, hasta mis extraviados pasos. Tan extraños y opacos os siento.
Te mostrabas tenue y cabizbajo ante los ojos de la  noche. Tu belleza no está en mi reino, no existe para el tacto de mi locura ¡Cómo escuecen tus caricias! en mi indefensa soledad, en mi insocorrida desvergüenza.
¡Oh luz, que sufres con mis pasos! Huiste en las tablas de mi naufragio, apenas te veo, crece un nudo en mi horizonte, te alejas en la calma.
No escucho tus notas sonar y es que solo ardes traspasando paredes del convento.
Eres fuego lejos de mi funeral
¿No ves que aun soy terciopelo?
¿No escuchas mis canciones de borrego?
Siento tu fino sexo en el acercamiento de un punto oscuro. Tu ausencia me hace temblar, son mis latidos el único sonido en mi universo
Me haces sentir un hambre de pecado por tus hilos extramundos, de furibundos destellos.
Te busco en un cielo paralelo, entre semejanzas que me acuden disparadas, latigazos empapados de semen.
Conoces el sabor de mi respiración, la sientes volando en los oscuros pasillos de mi suerte...arrebátamela de mis duros caminos sembrados de arrepentimiento.
Ya me arrebataste todo; mi poco sentido duerme. Sabe que no despertará.
Hoy es lunes de muerte y pánico,  esperando que las hojas secas resuciten en su amarillento esplendor.
Marta aun me espera, entre las encendidas rocas de Marte.

don dumas

1 comentario:

  1. Una noche de marte imita al grito de Kathleen Hanna. Su fuerza me enamora.

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