martes, 27 de agosto de 2019

NEBULAS


Observa mi cara, cargada de espejismos. La lavo solo para sentir vida en el agua.
Protuberancias descendiendo de las nébulas.
¿Acaso duelen más esos aguijonazos de avispa?  Bárbaro.
Me muerden todos sus números, del cero al nueve. Sin báculos de por medio enrojeciendo al lacayo.


Nuestro Norte se ha fugado con primaveras. El sonido ahora lo busca.
Desarropado o ignominioso, es un vulgar anónimo.  Pertenece en exclusiva a la gravedad de mi pensamiento.
Con este libro, en el que no os miento.       


Viajo en un velero, de enormes proporciones. El timón de hierro arde oxidado por el salitre de tu mar. Pero el rumbo ¡ay cucaracha! lo dirijo yo.
Encallaré entre mareas de inconsciencia ¡Oh penumbra!
Eres tú, la luciérnaga que me acompaña entre tormenta y tormenta.
Entre tormentas me emborrachan tus tristes ojos.

don dumas

domingo, 18 de agosto de 2019

METAFORAS BLANCAS

17 agosto 2019

Cojámonos de la mano como dos espíritus misteriosos. Sonarán en el crujir de su contacto flojas muecas de psicodelia. Aquellos días, los que nunca existieron, se escucharán cercanos, asomándose a través de los párpados de la invisible existencia. En su forma fantasmal surgirán desde un abismo, vestidos en ocre Otoño, cincelados en la rugosidad de sus hojas marchitas que ya vivieron, extenuados y escondidos entre pisadas que dibujaban en círculos al mismo miedo.
Sabría decirte, mirándote a tus ojos encendidos, lo que el miedo allí escondía: el sentido ignoto del fin. La existencia extinguida sin remisión. Y sin regreso.
Cerremos juntos los ojos. Apaguemos la misteriosa luz que se derrama en el despistado y lánguido horizonte. Haremos nuestro el universo que esconde los indescriptibles sueños, tapados por eternas ruinas bajo el manto del gracioso Edén.
Y navegando entre la ausencia de cualquier atisbo de luz, flotando en la inmensidad de la materia oscura, seremos conscientes de aquellos días, los que no existieron, envueltos en el murmullo de un oleaje de palabras, en un reino de metáforas blancas, libres de la monotonía y del escozor del paso del tiempo.
Toda esa inmensidad cabría en la memoria de un insecto.

don dumas