domingo, 22 de marzo de 2020

CIELO OSCURO




El cielo oscuro, chanza de ruidos, avisan sus máscaras, tapándome, con sus sonidos de sur, otro despertar. Agua ausente en mi piel, me arrastra el desierto, en su débil salto de sed.
El cielo oscuro, como una mirada apagada, ahoga la tímida luz de mi bosque; aún respiraba sobre los pétalos de abril. Aquel mes murió, su beso perdido en el regazo de lo incógnito, entre perlas y escamas...
Sueño tener un mal día, ahogándome en sus lándicas lagunas, un extraño en su boca voraz.
Caen mis alas, hacen penuria en la torre que encerró mi silencio, apenas existo en esta prisión incardinada

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Y SU POESÍA (MIS CARAS DEL MAL)

Soy un juego
del  miedo tras la ventana
escrito en la novela hundida
de cielo negro
llorando sorbos de tinta escarlata
La mujer templada
adivina de mi pensamiento
muerde el corazón que me tiembla
Sortija de agonía soy en su pecho
abrumando largas esperas
Y alma que vuelca y dilata al mal
en mis viajes aciagos
bajo esperpentos que no siento
Torpes y embriagados
se desangran los niños del bosque
Sus caras se desvanecen en mis juegos de plata



domingo, 15 de marzo de 2020

EL EFIMERO PAISAJE


La velocidad  me estrangula, tu tacto en piedras se desliza en mi mirada perdida
con secos ruidos de algoritmos de la noche
El caminar ininterrumpido de las secuencias me hace escuálido
¡tan corto viaje es su epopeya!
Silbo tu canción entre mis dientes
al límite de otra muerte
Ese caos no conoce mi cuerpo,
a ciegas me busca: soy tu espectro entre los dedos
rasgando el vaporoso brillo con mis uñas negras
Escuálido, aún sostengo los signos, el color espeso del aire
Mi vacío yace en la rabia, mercurio derramado en sus puertas,
sencillas maderas que se pudren de alucinación
Se aleja la belleza entre cuerdas que no alcanzo
en su frágil momento de cristal
roto ya el cauce que une libros
Te adivino en la marca reptada
palabras, palabras escondidas
aquellas que nunca oirás, construyendo serena mi frente
Olvídame, cruzo desnudo el frío
solitario
paralizado en el ácido amargor de mi boca
Tal vez busco un verso entre yonquis reflejos…
aún el paisaje destruido es mi fotografía más hermosa

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domingo, 8 de marzo de 2020

VIDAS




Nací un siete de Octubre en el lugar desconocido
Del laberinto azul
Aquí, mi primera página esparcida entre la hojarasca roja del otoño
En la casa de los vuelos aún se posaban las palomas, sus alas quebradas por la inercia buscaban mi oxígeno
Era el defenestrado alivio en dos círculos sin nombre, tocándose, con la estrechez existente en la respiración de una vieja extraña. Entre las paredes sepultas del evangelio azul, arden flechas a la dejadez de las flores
La mañana reflejaba en un balcón el cielo gris acariciado por el viento imperfumado
Del olor del día surgieron mis ojos, el escozor de la luz me ardía entre golpes de escaleras
Y de la bruma hacían las esquirlas su escondite, metálicas formas de la máquina divina
La negra mano acariciando la blanquecina mejilla. Dos vidas cantando a dos muertes
El querubín dio paso al demonio, en un viaje de oscuros pasos
En el crepitar de páginas arrugadas, árbol impar que no conoce noche
Y el día fue crepúsculo para la rosa que me hablaba, con sus negros pétalos vistiéndome de horizonte, sin principio y sin final, volaban sus palabras en la ermita del Santo
Quebradizo como el tiempo a los siglos, que me alejan y me acercan, en una  lluvia de gotas que al sentir mortal su caída…nacen

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domingo, 1 de marzo de 2020

DOMINIUM/DOMINAME




Déjame verte desnuda, tumbada sobre el invisible hilo donde guardo el equilibrio
Es la verdad un juego de niños, un escondite en la tierra plana.
El aire, enloquecido, se mueve en tu boca, gesticulando en los huecos suplantados a la palabra. Un alambre entre sus comisuras. Respiramos ese infecto aire alimentado con la venganza, el que mata la claridad de los días. Y su ahogo despierta en los dedos, las uñas del cuervo rasgan la piel, desnuda nuestra insensatez hasta unos frágiles huesos.
Déjame ver la última coma antes de continuar, escupiendo sobre tus profecías, los bálsamos sepultos del pueblo ciego, nacidos sobre la cara oculta de la luna.
Soy, y al fin seré, tu frente de guerra, escuchando el sonido del tambor rabioso marcando mis pasos, advirtiendo del lago voraz que irrumpe entre mis manos. Cruzo tu alargada sombra y me arden los pies. Me quemo hasta sentirte, me transformo en hoguera en tu oscuro escondite.
Un vampiro en la oscuridad se maquilla como hombre,  en sus ojos rojos se refleja mi ingenuidad temblorosa, ha crecido bajo el árbol del ahorcado, dulce sabor es mi sangre para tus deseos.
Del letal movimiento me hablas, no escucho, solo alimento el cercano flash de mis acordes, y me alejo de tu sórdido sonido de fantasma. Arrastro tu mísera figura de carnaval hasta el vacío de mi  olvidado asesino...