jueves, 9 de abril de 2020

EL PEZ MURIO POR SU BOCA




Te busco en el eslabón perdido del extraño amor,
en la estratosfera encantada anidando sobre voces sueltas, acaso muertas.
Qué bella mi amada estridencia, se contornea en la tormenta más deseada, rasgando el impasible papel en mi monotonía blanca. Soy un bailarín danzante en su sombrío paisaje, en el escaparate de una vida eterna.
Brincaba en el tiempo el pergamino que me hablaba con sus millones de años, se escapaba de la fuente escondida, de su agua dormida. Mojaba mi instinto entre sus egregias palabras.

La negra trilogía que respiro no entiende de silencios, me mira entre el caos y su temblorosa anarquía. A veces sueño con el camino que no debo pisar, y  a veces ese recuerdo... se diluye entre fantasmas, cuando el volcán de la parodia se transforma en mi frío, y dejo de escuchar el hablar de mi único hermano, hasta volver al principio. Las palabras viajan alrededor de mis ojos ¿Qué importa su significado? El lobo ya me mira de frente y en el brillo de sus ojos apenas asoma un parpadeo, el absurdo holograma del pez en su iris.
El coral duerme entre los besos que no existieron. No olvidaré lo que fuimos aquellos  negros días, en aquellos días negros.

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2 comentarios:

  1. Nunca importaron las palabras, siempre moriremos a través de ellas, y yo con ellas.
    Me gusta Placebo, su androginia, la fuerza y el desgarro de esta canción, el odio a todas sus palabras...
    Amo la libertad

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  2. Joder, seguimos con la dictadura comunista en Cuba

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