Tu delicioso sesgo temblador reúne elegías bajo mis estrellas
Forman nubes de témpano tu opio
femenino, sus ecos crujen, pero deslumbran,
entre dos cascadas su humedecido
silencio
Escucho voces del perro viejo en la tumba de una montaña,
en piedra preciosa tallada. El tiempo habla a sus paredes
Silba el sonido del misterio en su despertar. El viento hace volar hojas sin
alas,
aguerrido como escorpión en este camino muerto sobre
el puente,
donde sin aliento me siento
donde sin aliento me siento
Este camino mortecino y roto, penumbra de la noche más alejada
Un anónimo sueño me destapa el infinito, me hace oídos sobre la sal que me cobija
Mi danza circunda la realidad
Vivo los días desnudos de carne
Mis huesos son mi espíritu
El disparo de poetas me atraviesadon dumas
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