Existe una vida en cada una de mis frases. Un Universo
seco. La idea que se vierte en tinta melliza tiene huesos y duerme en la noche.
Tú puedes ver su mundo en mi espalda y en mi pecho. Insuflando de fiebre mis
pulmones. Cánula ardiente de mis visiones.
Tengo hambre por cogerte la mano y enseñarte el paraíso.
Es el momento de transformarme en humano. Cercano. Mudo mis escamas en invisible
piel. Me convierto en tu sombra y en tu destino. Un lienzo en tu mente.
Prolongo nuestro beso en el baile púrpura, despojándome
de mi ropa de lana.
Los días de primavera matan las mentiras del demencial
Febrero. Y ahora, desnudo, paseo en sus jocosos prados. En tu mano se derrite su
hielo para hacerse espejo
don dumas
eterno Mick Ronson, eterno y soberbio
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