sábado, 11 de junio de 2022

MIS SOMBRAS KLANDESTINAS II -- PROHIBIDOS


 

Deseo ser el único poema prohibido, ese jardín de besos donde duelen los poemas  anversos
Déjame, Verlaine, amar tus sucias palabras, con el descarado encanto del destructor.
No te muevas cerca de mi teatro, Rimbaud ya duerme  con los aires de Etiopía, entre sábanas calurosas de infierno y sus armas blincadas de sangre.

El veneno dibuja una frontera, en nuestro escritorio, expuesta sobre su cristal, como blanco y pegajoso delirio, entre nuestras blandas miradas, esfuérzame en visitarlo, antes que rezar al macabro hijo de la nada, solo quiero visitar el profundo y oscuro fondo

¡Miradme! como un poeta pobre donde mis delirios se comen al perro, abrasador de falsos testigos de un locuaz llamado Lorca, agarrando un  miedo y un dolor, con mi pelo rubio vistiendo en mi traje negro. ¡Miradme! como ese día de plomizas nubes, amenazando árboles con su tenebrosa agua verde.

Todos mis fantasmas se llamaron Baudelaire, todos mis pecados se escribieron sin palabras, todos mis bucólicos caprichos cabían en una hoguera, donde todos mis libros se perdieron antes de escribirse.
Pero amanece en este edén de guitarras y notas de sabrosa Wendy. Amanece el estruendo en el teatro

¡Olvídame Verlaine!, oscuro terraplén entre miradas 



No hay comentarios: