Adrian Borland decidió el momento de su muerte, cuando es ella la que acostrumbra a decidir por nosotros.
He rescatado esta joya sobrenatural. En este vídeo se muestra la naturaleza real del universo que contenía Borland. Escuchar la fuerza de su voz, de su talento, en esta canción, hace que nos sintamos malditos. Y privilegiados.
Esa voz que nos anuncia nuestra propia muerte
Boceto de poesía en continuo movimiento....:
Esa voz que nos anuncia nuestra propia muerte
Boceto de poesía en continuo movimiento....:
En mi espectral palidez
en mi diosa de agua
asoma
silenciosa, alma sin ruido
en mi diosa de agua
asoma
silenciosa, alma sin ruido
tras los nudos del
muro
abraza al vacío su recorrido
extraño
arrastrando danzas de caracol
hasta encontrarme
en romance
con mi cobarde memoria
a tientas
entre tactos de embrujado tormento
hacia sonidos despiadados
se pierde de rodillas
en cruz de abandonada muerte
a tientas
entre tactos de embrujado tormento
hacia sonidos despiadados
se pierde de rodillas
en cruz de abandonada muerte
sus extensiones
penetran
en desnudada luz
sobre una espesa mancha de esquirlas
penetran
en desnudada luz
sobre una espesa mancha de esquirlas
adormecida
sin deseos de hambre y sed
sin deseos de hambre y sed
fuego sofocado en
amalgama
reverso de mi puerta
hueca
tan opaca se balancea
como pendientes ensortijados de un ángel
al son
tan opaca se balancea
como pendientes ensortijados de un ángel
al son
melódico
del aleteo de sus alas
te alejas desnutrida de calma
en densa lluvia penetrante
en densa lluvia penetrante
en rastro de huellas
que no secan
Y te siento que duermes en mis guijarros helados
Y te siento que duermes en mis guijarros helados
don dumas